miércoles, 15 de mayo de 2013

El venado

La niña buscaba un bocadillo en la cocina; encontró una de las tostadas que habían servido en el desayuno y la devoro velozmente; después se acomodo en un sillón de la salita  y se puso a desenredar la la trenza que con tanto esfuerzo le había hecho una de las muchachas que se encargaban de limpiar la casa, cuando dio por terminada su labor corrió una vez mas a la cocina para tomar el moral con el lonche de su abuelo, antes de salir tomo una barra de chocolate de las que su abuela escondía en el cajón de los cubiertos. Salio de la casa rumbo al jardín donde en ese momento se encontraba su abuela trabajando;  la encontró regando unos tulipanes.

-abue; ya me voy a dejarle el lonche al abuelo- dijo con una voz aguda y cantarina. 
la anciana dejo la jícara y la cubeta con  la que regaba las flores a un lado
-bueno mi niña, nada mas no te tardes- la niña soltó una risita entrecortada mientras la anciana se disponía a persignarle y a darle no se cuantas bendiciones.
-no te tardes Xochilt-
-no abuela- dijo la niña mientras se alejaba dando brinquitos.

Xochilt salio de la casa a trote ligero, su cabellera ondeaba detrás de ella como si fuera una capa  negra; cuando llego a la plaza del pueblo aminoro el paso y canto para si una canción que escuchaba muy a menudo cantar a su abuelo:

Yo nací con la luna de plata ...
nací con alma de pirata,
he nacido rumbero y jarocho
trovador de veras,
y me fui lejos de veracruz.
veracruz, rinconcito
donde hacen su nido
las olas del mar
veracruz, rinconcito
de patria que sabe sufrir y cantar
Veracruz, son tus noches
diluvio de estrellas, plamera y mujer.
veracruz, vibra en mi ser,
algún día hasta tus playas lejanas
tendré que volver...

Una vez le pregunto a su abuelo por Veracruz, ella no sabía que era eso, el señor le contó que Veracruz es la ciudad donde conoció a su abuela y donde vivieron varios años antes de llegar  al pueblo; le contó sobre el mar, la playa y los barcos; sobre el café y el danzón; entonses la niña dijo que cuando fuera grande iría a Veracruz, subiría a un barco, nadaría en el mar, tomaría ese café del que tanto hablaba su abuelo y quizá asta bailaría el Danzón.

La niña subió la colina que salia de la parte central del pueblo y se dirigió al camino rural  que llevaba a los cafetales a medio camino del cerro; caminaba tan tranquila como de costumbre cuando del monte que rodeaba el camino surgió una figura dando brincos asta ponerse dos metros al frene de Xochilt; la niña se que do pasmada observando el animal que había aparecido de entre los matorrales; y el también la miraba  con sus ojos  color ámbar. La niña extendió su mano en dirección a la cinturilla, era de piel café con muchas manchas blanca repartidas por la espalda, su panza era blanca  y aun no le crecía la cornamenta; el venado se alejo lentamente expresando al máximo su naturaleza tímida entonces  la niña lo miro con angustia, no quería que se fuera; deslizo su mano en la bolsa del vestido y saco el chocolate, lo des envolvió con mucho cuidado, procurando no hacer ruido con el empaque, y una vez mas extendió su  mano con el chocolate asía el venado; el regreso lentamente; olfateo el chocolate y se dispuso  a comerlo mientras Xochitl le acariciaba el sitio donde mas tarde le tendría la cornamenta;  cuando termino lamió la mano de la niña y se alejo dando brincos asta desaparecer en los matorrales, ella quiso seguirlo pero se acordó del lonche de su abuelo y sonriendo siguió el camino asta los cafetales.


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